Un hombre que, de la noche a la mañana, se ve transformado en una bestia inmunda, tal es el punto de partida de La metamorfosis, de Franz Kafka, un relato originalmente escrito en alemán en 1915. Adaptar un simple fragmento de una obra tan rica y que ha dejado una huella tan importante en la literatura universal era un auténtico desafío que Peter Kuper supera con talento, consiguiendo imponer su personalidad sin desnaturalizar la obra original. Para poner en imágenes este mundo frío y en el que todo parece irremediable, hacía falta un dibujo capaz de saltarse las normas, como para compensar la rigidez del universo kafkiano con una gran libertad de tono. El trazo de Kuper, a la vez realista y caricaturesco, sombrío y grotesco, se combina con una puesta en página sin concesiones que permite restituir toda la fuerza de la obra original.